Mayor coordinación interinstitucional; presencia permanente en las zonas de pesca; respeto a los derechos de los pescadores y cumplimiento de sus obligaciones; respuesta honesta y expedita a las solicitudes; cese a la corrupción; y comunicación directa con las comunidades: Estos son las exigencias de los vigilantes comunitarios de la pesca en Baja California y Baja California Sur.

Así se pronunciaron en una declaratoria a las autoridades, consensuada en el Encuentro de Vigilancia Comunitaria de las Áreas Naturales Protegidas Marinas de la Región Central de la Península de Baja California, acto que tuvo lugar el 9 de febrero en la Casa Mexicana de la Ballena Gris instalada en la Laguna Ojo de Liebre, Guerrero Negro, en Baja California Sur.

Los participantes coincidieron en que las acciones de inspección y vigilancia son insuficientes, ineficientes y poco efectivas debido a la falta de recursos económicos, humanos y materiales, la ausencia de coordinación interinstitucional, la limitada participación comunitaria y la poca comunicación entre los sectores productivos y la autoridad.

La reunión fue en respuesta a la demanda de los pescadores para mejorar la vigilancia en sus regiones y con el objetivo de promover el intercambio de ideas y experiencias.

Estuvo apoyada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas a través de las direcciones de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno y la Reserva de la Biosfera Bahía de los Ángeles, Canales de Ballenas y de Salsipuedes, así como de las del Parque Nacional Zona Marina del Archipiélago de San Lorenzo y del Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California, además de Pronatura Noroeste, A.C.

Contó con la participación de vigilantes comunitarios que forman parte de comités impulsados por las autoridades, sociedades pesqueras   o  la  Federación   de  Cooperativas   (Fedecoop),   de   las