Exigen terminar con la quema de espárragos
en Caborca
A un año de que la titular de la representación de Sagarpa en Sonora Sindia Anel Gutiérrez Saldaña (a la derecha) respondió a David Silva (chaleco rojo) y los integrantes de Sonora Transparente A. C. que las autoridades deben reunirse con los productores y victimas de las quemas de los residuos del cultivo de esparragos, siguen sin respetar las normas ambientales. (Foto: Julio César Ortega Quiroz y Mora).
CABORCA
La quema de residuos agrícolas derivados de las cosechas ocasiona severos daños sobre la salud humana y ambiental, pero es una práctica común en todo el país, sin que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto.
Una petición para acabar con la quema de ramas de espárrago en Caborca circula en las redes sociales a través de la plataforma Change.org. Suscrita por David Silva Bonales y dirigido a la Presidenta Municipal Karina García Gutiérrez, al Secretario de Salud Pública de Sonora Gilberto Ungson Beltrán, al Delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) Jorge Guzmán Nieves, al Delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Sonora Gustavo Adolfo Claussen Iberri y a la Gobernadora del Estado de Sonora Claudia Pavlovich Arellano, la solicitud detalla la problemática.
“Durante los meses más fríos del año, diciembre y enero, se queman en la zona de Caborca, Sonora, más de 13 mil hectáreas de rama de espárrago desde hace más de 25 años. Durante el mes que dura esta quema, mi familia y yo sufrimos de dolores de cabeza constantes, ardor de garganta, ojos rojos, alergias persistentes y nos es imposible practicar deporte. Pero no somos los únicos. En la región hay un alto índice de asma y enfermedades respiratorias agudas, provocadas por las enormes columnas de humo de esta quema, que incluso se pueden ver desde los satélites. La ciudad queda cubierta por el humo, y eso es lo que respiramos todos”.
De acuerdo con un estudio publicado por la Comisión de Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (CCA), la quema de estos residuos libera dioxinas, enlistadas como contaminantes Orgánicos Persistentes (COPS), debido al contenido de cloro y la presencia de plaguicidas absorbidas a la superficie de hojas y tallos, así como causante de 40 por ciento del dióxido de carbono, 32 por ciento del monóxido de carbono, 20 por ciento de partículas de materia suspendida y 50 por ciento de los hidrocarburos aromáticos policìclicos emitidos al ambiente a nivel mundial.
Estas sustancias contribuyen al cambio climático por contener gases de efecto invernadero y contaminantes climáticos de vida corta como el carbono negro, al tiempo que ocasionan severos daños a la salud como menor concentración espermática en varones en lactancia o etapa infantil, cambios en los niveles de hormonas tiroideas, efectos neurológicos en el feto por exposición durante el embarazo, bajos niveles de testosterona, problemas reproductivos en mujeres, además de menstruaciones más prolongadas y menopausia temprana, entre otros.
En Caborca los productores de espárrago argumentan que esta quema es necesaria para garantizar la buena calidad del producto. Sin embargo, Perú y China, los mayores productores de espárrago del mundo, no realizan esta práctica. España tampoco. En México, el estado de Guanajuato, otro gran productor de espárrago, tampoco quema la rama. Se ha demostrado científicamente que la quema no es necesaria en los campos de los productores, pero ellos se niegan a dejar de hacerlo.
“Nos hemos entrevistado con las autoridades, sin recibir ninguna ayuda real. Llevamos luchando más de diez años. Incluso la presidenta municipal, Karina García Gutiérrez, nos pidió que se demostrara que el humo es dañino. Cabe mencionar que ella es química bióloga, por lo que seguramente sabe que lo es, pues la quema de la rama de espárrago emite grandes cantidades de CO2 a la atmósfera y se dispersan millones de partículas dañinas para el sistema respiratorio, lo que afecta considerablemente el medio ambiente”, se lee en la petición que congrega casi 18 mil firmas.
Con la industria del espárrago, lo que se queda en Caborca es la contaminación, pues el 95 por ciento de los beneficios económicos se van a Estados Unidos. “Por ello, pido a la presidenta municipal de Caborca que prohíba la quema de la rama de espárrago por el bien de la población de Caborca, cuya salud está en riesgo constante -- sin mencionar las altas incidencias de cáncer que se han detonado en los últimos años en la región, además de asmas, y enfermedades respiratorias agudas”, concluye David Silva.