En un intento por salvarla de la extinción, México amplía la protección de la vaquita marina
La vaquita es un animal al que en poquísimas veces se le ha fotografiado; la mayor parte de las fotos que circulan son de ejemplares muertos encontrados en las redes de los pescadores. Foto: cortesía Cousteau.org.
GOLFO DE CALIFORNIA
“Lo que hagas al más pequeño de mis hermanos, eso lo haces a mí”. Canción popular
El polígono de protección de la vaquita marina (Phocoena sinus), una pequeña marsopa endémica del Alto Golfo de California, se amplía en 1 millón 174 mil hectáreas de nueva área marina protegida, como medida para salvar a la especie de la que sólo sobreviven menos de 100 individuos.
La ampliación de la zona marina de protección de la vaquita se suma a un programa de compensación económica a los pescadores, a una mayor inspección y vigilancia en la que intervendrán militares y oficiales de los ministerios de las áreas de pesca y ambiente del gobierno federal, así como a la introducción de nuevas artes de pesca, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La vaquita marina parece enfilarse inevitablemente a la extinción. Así lo muestra la permanente declinación de la población de este mamífero marino que habita una de las zonas más productivas de las pesquerías en México.
Son muchos los pescadores y lugareños de los poblados costeros que rodean el polígono marino donde habita la vaquita, que dudan de su existencia. No es raro, ya que es un animal al que en poquísimas veces se le ha fotografiado; la mayor parte de las fotos que circulan son de ejemplares muertos que los pescadores encuentran entre sus redes.
Aún así y gracias a la presión de la comunidad científica y conservacionista internacional, el gobierno mexicano se ha decidido a lanzar un último y desesperado esfuerzo por salvar de la extinción a la vaquita marina.
En el año de parteaguas del 2015, Semarnat informa que su estrategia incluye la prohibición total de la pesca en el área durante dos años, periodo durante el cual los pescadores recibirán un subsidio y serán empleados como policías comunitarios para la vigilancia de la especie.
Para estas acciones el gobierno mexicano erogará al menos 1 mil 082 millones de pesos (unos 72.6 millones de dólares).
La vaquita marina es una especie endémica del Alto Golfo de California, el cetáceo más pequeño que existe. Tiene la distribución más restringida de cualquier cetáceo y es la más amenazada de las 128 especies de cetáceos que existen en el mundo.
La organización ecologista Greenpeace México considera que el anuncio de la Semarnat del acuerdo para prohibir durante dos años la pesca con redes agalleras en el Alto Golfo de California llegó tarde en la lucha para tratar de salvar a la vaquita, especie de la que sólo quedan 97 ejemplares.
“Aunque las medidas anunciadas son un gran primer paso para la protección de la vaquita, no podemos perder más tiempo, el programa estaba previsto para entrar en vigor en marzo por lo que es indispensable no perder ni un minuto más para su implementación, es urgente pasar de las promesas a los hechos”, aseguró Silvia Díaz, responsable del programa de Océanos de Greenpeace.
Con el anuncio del gobierno mexicano para comprar drones, lanchas rápidas para vigilar la zona y compensar a pescadores, también debería venir un plan para desarrollar artes de pesca sustentables ambientales y económicas en las comunidades de San Felipe y Santa Clara, en el Alto Golfo de California, lugar donde la pesca es la principal actividad económica, dijo Greenpeace.
Mencionó que la pesca de totoaba, otra especie en peligro de extinción y cuyo valor en el mercado negro en México y China es muy elevado, se incrementó peligrosamente hace dos años en el hábitat de la vaquita y esto ha hecho que la población del cetáceo se reduzca de forma alarmante.
“Las iniciativas del gobierno federal son positivas, pero se necesita más. El alto valor de la totoaba en el mercado negro y el hecho de que el crimen organizado esté involucrado en la pesca y el tráfico ilegal de la misma hace que el combate a estas prácticas sea mucho más complicado”, añadió Díaz.