Las Cruces amenaza a la agricultura y la pesca
TEPIC
De construirse la presa Las Cruces en el Río San Pedro Mezquital, la cortina de 188 metros de altura retendría el 90% de los sedimentos y nutrientes que fertilizan las tierras de cultivo y dan vida a las lagunas costeras de Marismas Nacionales, lo que ocasionaría severos impactos en la actividad agrícola y pesquera, advirtieron organizaciones no gubernamentales el 14 de febrero.
La manifestación de impacto ambiental (MIA) presentada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), revela: “El régimen artificial de caudal eliminaría o disminuiría la cantidad de escurrimientos intermitentes en la zona baja del río, generando un desequilibrio en los procesos de lavado de suelos, en el transporte de sedimentos y en la interconexión entre zonas de acumulación estacionales.”
En el Capítulo V, página 80 menciona: “Este impacto está relacionado a la disminución de la fertilidad de los suelos y del sistema lagunar por la modificación de nutrientes y materia orgánica.”
Alrededor de 10 mil agricultores dependen de las crecidas del Río San Pedro, y su producción anual se ha valuado en más de mil millones de pesos.
En cuanto a los impactos en la zona costera, el Capítulo V, página 74, del estudio presentado por la CFE refiere a que “la producción biológica de las aguas marinas será más afectada por los cambios en la composición planctónica, luego las especies que dependen de ésta, entre las que se incluyen especies comerciales de gran importancia para la economía regional y nacional, (las cuales) se verán fuertemente impactadas.”
La actividad pesquera y ostrícola en Nayarit es el sustento de más de 2 mil familias de pescadores, quienes generan una producción con valor de 150 millones de pesos cada año.
Los efectos negativos se sentirán en todo el Golfo de California, por ser los humedales de Nayarit la principal zona de crianza de camarón, apuntan los analistas.
Actualmente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) evalúa el estudio de impacto ambiental de la CFE para decidir si autoriza o no el proyecto.
Organizaciones campesinas, ejidos y cooperativas pesqueras han manifestado públicamente su oposición a la presa.
De acuerdo con ellos, la presa no se justifica, ya que estaría sin operar ocho meses al año; generaría menos del 1% de la energía para la región Centro Occidente; y retendría el 90% de los nutrientes que provee el Río San Pedro Mezquital.
Según la MIA, el proyecto hidroeléctrico estaría sin operar el 66% del tiempo efectivo al año. Durante ocho meses los generadores de electricidad estarían detenidos más de 20 horas al día.
Si la vida útil de la presa es de 50 años, estaría fuera de operación el equivalente a 33 años. Sin embargo, tendría un costo de 7 mil 795 millones de pesos, calculan los operadores de la sociedad civil Sumar, AIDA, Nuiwari, Consejo Náyeri, y el Consejo Intercomunitario del Río San Pedro.
La suma es el equivalente al presupuesto de Tepic durante ocho años.
En los meses de julio a octubre las turbinas funcionarían de 18 a 21 horas para generar 778 GWh, el 0.9% de la demanda de energía proyectada para el 2026 para la región Centro Occidente.
De los nueve estados que componen esta región, Jalisco ocupa el primer lugar con una demanda del 24.9% de las ventas de electricidad, mientras que Nayarit ocupa el último lugar con un 2.8 por ciento.
La MIA, estudio oficial que evalúa los impactos ambientales que ocasionará la construcción y operación de la presa, destaca que 90% de los sedimentos del caudal del río San Pedro Mezquital en Nayarit quedarían atrapados en la cortina, dejando de nutrir las especies de valor comercial del valle agrícola y las lagunas costeras de la Reserva de la Biosfera de Marismas Nacionales.
La desaparición de las crecidas del río y los nutrientes que aportan a los valles y las lagunas costeras, ocasionarían un alto impacto en las actividades agrícola, ganadera, pesquera y turística, que anualmente beneficia directamente a casi 10 mil productores con mil 297 millones de pesos, según un estudio de World Wildlife Fund y la Fundación Gonzalo Río Arronte I.A.P. de México.
Desde el inicio de los estudios de prospección para el proyecto hidroeléctrico, la CFE ha violado sistemáticamente los derechos de los pueblos indígenas asentadas en la zona, dicen las ONGs.
Se quejan de que la gente no ha sido consultada, a pesar que la MIA admite que desaparecerían algunos de los más importantes sitios sagrados y centros ceremoniales, como la Muxatena.
Para los pueblos Náyeri, Wixarrika, Tepehuano y Mexicanero, el río San Pedro es parte de su territorio, fundamento de su vida espiritual y eje de sus tradiciones e identidad cultural.
El río San Pedro Mezquital es el último río sin represas o hidroeléctricas en el noroeste de México, el séptimo río más caudaloso del país, base del sustento de las comunidades del centro del estado de Nayarit, y la principal fuente de agua dulce del sur del estado de Durango.