Ciudad y campo, a la espera del agua en el Río Colorado
El flujo de agua del Río Colorado de los Estados Unidos hacia México hace posible los ricos ecosistemas que sirven como criaderos de camarón y refugio para aves migratorias, entre otras (Foto: Bionero vía Save the Colorado River Delta, National Geographic Image Collection).
MEXICALI
Ciudadanos y ambientalistas de Sonora y Baja California están a la espera de los primeros flujos de agua que serán liberados de presas en Estados Unidos y la frontera mexicana para la restauración y uso ecológico en el ecosistema ribereño y Delta del Río Colorado.
Desde hace décadas, casi nunca corre agua hacia el sur de la línea divisoria con Estados Unidos, en la porción mexicana del Río Colorado, ya que justo en la frontera es desviada por canales de riego agrícola y para el uso urbano de Mexicali, Tecate y Tijuana.
Pero en estos días los grupos ambientalistas que trabajan en proyectos para preservar el delta del río y sus humedales, no podrían estar más contentos. Están a la espera de que se cumpla el Acta 319, un acuerdo firmado el 20 de noviembre de 2012 por representantes de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) de México y Estados Unidos, en la que se compromete el envío de líquido al Delta del Río Colorado.
La esperada acción marcará un éxito para la lucha de al menos 15 años en la que grupos ambientalistas, científicos y ciudadanos de dos naciones han impulsado a las iniciativas ecológicas.
Los primeros flujos vendrán en una dotación “pulso”, o sea como una descarga puntual de presa. Tendrán como finalidad proteger los humedales ligados al delta, así como proyectos para la recuperación del ecosistema ripario en el lecho del río que divide los valles agrícolas de San Luis Río Colorado y Mexicali.
“El flujo pulso es un evento único y sin precedente en el contexto global”, mencionó Jennifer Pitt, directora del Proyecto del Río Colorado de Environmental Defense Fund (EDF) y co‐presidente del grupo de trabajo binacional que ayudó a negociar el acuerdo para el flujo pulso.
La Red del Alto Golfo de California y Delta del Rio Colorado A.C. convoca al puesto de: Coordinador(a) en el Departamento de Gestión en Puerto Peñasco, Sonora. Cierre de Convocatoria 30 de abril. Lee más aquí.
Iniciando el 23 de marzo, Estados Unidos y México enviarán 130 millones de metros cúbicos (o aproximadamente 0.7% del flujo promedio anual del Río Colorado) hacia el delta aguas abajo de la Presa Morelos, que se localiza en el Río Colorado en la frontera entre México y Estados Unidos.
La magnitud del flujo pulso tendrá un pico de 120 metros cúbicos por segundo durante varios días, y tendrá una duración total de ocho semanas, con una reducción de flujo hacia el final del evento.
“El flujo pulso es un ingrediente esencial en la restauración,” mencionó Francisco Zamora Arroyo, director del Programa del Delta del Río Colorado del Sonoran Institute. “Sabemos que una cantidad relativamente pequeña de agua puede hacer una gran diferencia en la salud de la región del delta”.
El Acta 319 recibió recientemente el premio "Socios en la Conservación", que entrega el Departamento del Interior de los Estados Unidos y que tiene el propósito de reconocer los logros en la conservación que incluyen actividades de cooperación entre un diverso rango de entidades.
El acta, intitulada “Medidas interinas de cooperación binacional en la cuenca del Río Colorado hasta el 2017 y ampliación de las medidas de cooperación del Acta 318, para atender los prolongados efectos de los sismos de abril de 2010 en el Valle de Mexicali, Baja California”, establece una serie de medidas de cooperación conjunta entre los dos países relacionadas con el almacenamiento de agua, el manejo durante condiciones de bajo y alto almacenamiento, salinidad, inversiones en proyectos de conservación de agua en beneficio de los dos países y agua para el medio ambiente.
Como parte del Acta 319, el Fideicomiso de Agua para la Restauración del Delta del Río Colorado enviará otros 65 millones de metros cúbicos de agua en los siguientes 5 años como “flujo base” – una pequeña pero constante cantidad de agua que ayudará a mantener el hábitat creado por el flujo pulso y en sitios de restauración en donde se plantarán árboles nativos.
“Un componente esencial en las actividades de restauración del delta es el trabajo conjunto con las comunidades y usuarios del agua en la región”, mencionó Yamilett Carrillo, directora del Fideicomiso de Agua. “En este proceso, la asignación de agua del Río Colorado para los usuarios agrícolas y urbanos en México no se verá afectada por la implementación del flujo pulso”.
Una coalición de organizaciones ambientales, incluyendo a EDF, Sonoran Institute, Pronatura Noroeste, The Nature Conservancy, Redford Center y National Fish and Wildlife Foundation han lanzado la campaña “Raise the River” para recaudar los fondos necesarios para la restauración del delta.
“Juntos, esperamos reescribir la historia para restablecer los ecosistemas y regresar algunos de los beneficios naturales del río a las comunidades en la zona,” mencionó Pitt. “Si podemos demostrar los beneficios de la cooperación binacional en apoyo a los usuarios del agua y el ambiente, podemos tener grandes logros por medio de compromisos a largo plazo para compartir el agua”.